La primera semana de junio está dejando entrever que no hay alianzas políticas y económicas seguras, dada la complejidad del momento mundial en el que nos encontramos.

De todas las tensiones que se han vivido esta semana, posiblemente la más llamativa es la protagonizada entre Trump y Musk. Aquellas fotos de alianza poderosa entre ambos, así como la de la tranquila despedida en a Casa Blanca, tras su ruptura, han dado paso a un nuevo episodio en su relación, marcado por los desprecios y amenazas.
Musk ha destacado su descontento con la reforma fiscal que el equipo de Trump está diseñando, al tiempo que le ha hecho acusaciones sobre temas relacionados con los escándalos sexuales que tanto protagonismo han tenido en EEUU en los últimos años. La respuesta del presidente americano, ese enfrentamiento de egos titánicos, ha sido amenazarle con quitar los contratos que el Gobierno tiene con sus empresas. La contra respuesta ha sido otra amenaza, en este caso de Musk, de cerrar el acceso a sus satélites. Con este cruce de declaraciones, el impacto en la cotización de Tesla ha sido inmediata, con una caída del 14%, cuando ya había recuperado las pérdidas que acumulaba desde abril.
El segundo frente de las tensiones, se produce entre EEUU y China, que ante unas negociaciones comerciales atascadas, los máximos dirigentes de ambos países, han hablado por teléfono, pero los mercados no tienen constancia de avances significativos, por mucho que Trump haya calificado de excelente el resultado de la conversación.
En la guerra entre Rusia y Ucrania, si en algún momento se produjo alguna posibilidad de que se pactase la paz, ahora parece más lejana que nunca, tras los exitosos ataques de Ucrania, lo que ha recrudecido en enfrentamiento entre ambos países.
En el plano de los datos macro económicos, en esta primera semana de junio, tenemos que destacar el buen comportamiento del sector servicios en China, así como el de la India, que ha sorprendido por su extraordinaria fortaleza.
El sector industrial en la Zona Euro sigue bajo mínimos, de ahí que Alemania haya anunciado un paquete de medidas para reducir los impuestos de las empresas, algo que junto con las bajadas de tipos de interés en la Zona Euro, que ya están en el 2%, debería ayudar en el camino de la remontada.
En EEUU, la suave desaceleración de la economía, se compensa con la mejora en el déficit comercial que ha bajado al 55% y el dato del desempleo, que se mantiene en el 4,2%. Algo que debemos tener muy presente, es que cuando hay desaceleración en la economía americana, los principales indicadores para pronosticar hasta donde puede llegar, son el consumo y el empleo, que son los que se resienten fuertemente cuando vamos camino de una desaceleración importante e incluso recesión.
El hecho de que estos indicadores estén aguantando, alejan, al menos de momento, el fantasma de la recesión americana.
Los mercados, alcanzando máximos de nuevo, tras las fuertes caídas de abril, se mantienen en cierta calma, a la espera de la evolución de las economías y las negociaciones comerciales.