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Jueves, 28 de Marzo de 2024

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JPM

Cotizaciones

El monstruo de la inflación acecha nuestros ahorros

El último dato de precios refleja un alza del 4%

El monstruo de la inflación acecha nuestros ahorros

Esta semana conocíamos datos de la subida de precios, que siguen al alza, no solamente en nuestro país. El dato de IPC interanual se sitúa en el 4%, la más alta desde 2008 y causada, principalmente, por la subida de la electricidad y los carburantes.

Tal y como hemos conocido en el último año, la tasa de ahorro de los españoles se ha disparado a cifras no alcanzadas desde hace años. Es decir, el porcentaje de nuestra renta destinado a ahorrar ha alcanzado niveles elevados, del 14,8%, más concretamente, el nivel más alto desde 1999 (fecha desde la que el INE tiene datos). Esto ha ocurrido, principalmente, por las restricciones a los viajes, los confinamientos y el miedo a realizar ciertas actividades sociales.

Por ponerlo en contexto, en el 2009, en plena crisis económica, tuvimos tasas del 13.5%, algo que fue cayendo en años posteriores, a medida que se veía cierta recuperación, mejoraba la confianza y, con ella, la parte destinada al consumo. Con esas cifras, estamos en casi un billón de euros (940.000 millones euros) en cuentas o depósitos y que, por la situación actual, no generan rentabilidad o es prácticamente nula.

Se ven, por tanto, amenazados por el monstruo de la inflación, el peor enemigo de los ahorradores. Siempre está ahí, acechando, pero cuando los precios se disparan (sea de forma temporal o no) como lo han hecho recientemente, duele un poco más y todos nos replanteamos si es buena alternativa dejar las cosas como están, es decir, perdiendo poder adquisitivo poco a poco. Un ejemplo: con una inflación anual del 3%, los 1.000 euros de hoy seguirán estando ahí dentro de 5 años, pero solamente podré comprar lo que hoy con 860eur o dentro de 10 años, como si tuviera 740 eur.

Lo mejor de lo anterior es que hemos ahorrado más y tenemos más renta disponible, lo que nos da cierta tranquilidad y permite darle usos alternativos. Lo peor es que, si no protegemos ese ahorro, iremos viendo como se merma nuestro bolsillo sin hacer nada. Por ello tenemos que buscar alternativas que nos permitan proteger nuestro patrimonio, igualando o superando la inflación.

La renta fija de forma directa no parece un activo demasiado interesante, tanto por las bajas rentabilidades como por el riesgo asumido ante la retirada de estímulos y posibles subidas de tipos de interés, algo que provocará minusvalías cuando ocurra.

Los dividendos de las acciones pueden ser la opción, eso sí, mejor a través de un vehículo de inversión colectiva que permita diversificar los riesgos y darle un extra de protección al patrimonio.

Eso nos deja la “necesidad” de tener algo de exposición a renta variable, para lo cual se hace imprescindible contar con un asesor a nuestro lado, que no busque rentabilizar las cuentas de su entidad sino que sean las nuestras su prioridad indiscutible…aunque para navegar por ese mar tengamos que soportar momentos de marejada si al final podemos llegar a buen puerto.

Francisco González
Colaborador de eii

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