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Viernes, 26 de Abril de 2024

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JPM

Cotizaciones

Las cuentas públicas más complejas que se recuerdan

El día 1 de octubre deberían estar preparados los Presupuestos Generales del Estado para 2021 y a estas alturas, los socios de Gobierno están más preocupados de encontrar los votos a cambio de favores políticos, que de hacer las cuentas que necesita la economía española.

Las cuentas públicas más complejas que se recuerdan

La Ministra Calviño, si consigue que salgan adelante los presupuestos que necesita España, deberíamos darle todos los premios de economía que existen en nuestro país, porque además de un milagro, demostraría que tiene una valía muy superior, no sólo a sus colegas de gabinete, sino también muy por encima de sus predecesores, de cualquier color ideológico.

La mayor recesión de España que se recuerda y con comunistas radicales en un Gobierno, suponen un coctel más que explosivo. Podríamos calificarlo de cómico, por el esperpento que supone escucharles, si no fuese por la gravedad de las consecuencias, para la gran mayoría de los españoles, y sobre todo, para los más vulnerables.

Que la gestión económica y política de la pandemia, está siendo un drama, ya no consuela ni en las tertulias de café o televisión. Nuestro país se juega tanto para los próximos años, que resulta preocupante ver un Gobierno que sólo aspira a mantenerse en el poder, al margen de que se arruinen la mayoría de los ciudadanos, en el presente y en el futuro.

Su absoluta falta de principios, valores morales y éticos, así como su absoluta incompetencia en materias económicas, están poniendo en serios aprietos a la Ministra de Economía, en su intento por cumplir con las exigencias de Bruselas, para que las ayudas prometidas puedan llegar e incluso enderezar el rumbo de las desbocadas cuentas públicas.

Los analistas estiman que el Gobierno necesitará unos 100.000 millones para pagar sus facturas de gasto corriente, hasta final de año, entre los ERTE, las pensiones, los funcionarios, los intereses de la deuda pública y partidas así. Ni hablar de dinero para gasto productivo con garantías de que ayude a recuperar la economía.

El discurso y debate de los presupuestos, siempre tiene su complejidad, en un país donde el gasto en pensiones y funcionarios supone el 45% de la partida de gasto, al tiempo que siempre es deficitario y en los últimos años, preocupantemente deficitario, porque ya incumplíamos el pacto de estabilidad de Bruselas. Pero en las circunstancias actuales, necesita de los mejores políticos y los mejores gestores económicos de la historia. Desgraciadamente, nuestro Gobierno no cuenta con ellos, en el número suficiente para ganar la batalla interna.

Ante este panorama ¿Quién nos va a sacar de esto?. Desgraciadamente la respuesta no la sabe nadie. La esperanza está puesta en Calviño, si ella no lo consigue, que parece difícil, tal vez lo hagan desde Bruselas, cuando nos asfixiemos financieramente y sin piedad, recuerden al Gobierno las reformas que deben hacer, sin tiempo ni excusas.

En cualquiera de los escenarios, los ciudadanos y las empresas, deben preparar sus presupuestos para 2021, con la mayor eficiencia, austeridad y sacrificio posible, porque ninguna solución va a ser rápida y aunque lleguen, todas van a ser dolorosas, desde el punto de vista económico.

Congelación de salarios y pensiones, lo va a provocar la inflación negativa, las subidas de impuestos y tributos en general son un hecho, de ahí que la planificación patrimonial sea importante, para ganar tiempo y proteger los patrimonios lo máximo posible.

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